DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Hoy que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que recuerda a toda la sociedad las luchas femeninas por obtener mejores condiciones laborales, la Asociación Nacional de Magistrados hace propicia la ocasión para reconocer y agradecer la labor de cada una de las mujeres en el sistema nacional de justicia, en actividad y cesantes; por cuanto su aporte enriquece nuestro quehacer y nos recuerda que tenemos que avanzar en el logro de mayores espacios de igualdad, pues según cifras de la ONU, existen restricciones legales que impiden a 2 700 millones de mujeres acceder a las mismas opciones laborales que los hombres, menos del 25% de los parlamentarios eran mujeres en 2019 y una de cada tres mujeres sigue sufriendo violencia de género.
En ese sentido, sirva esta ocasión también para reflexionar sobre el valor social y humano de las mujeres en el mundo y el respeto a su dignidad; colaborando todos para derribar las barreras contra la igualdad de género.
Vaya nuestro saludo en este día con afecto y respeto por sus búsquedas, sus luchas y sus logros.
Asociación Nacional de Magistrados del Perú
CARTA DEL PRESIDENTE DE LA FLAM AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DEL PERU
Brasil-Sao Paulo, 20 de enero de 2020.
Presidente Constitucional de la República del Perú.
Señor MARTÍN VIZCARRA CORNEJO.
Palacio de Gobierno del Perú,
Plaza Mayor 1
LIMA-PERU
Su excelentísimo Señor Presidente,
A nombre de la Federación Latinoamericana de Magistrados – FLAM me siento honrado de dirigirme a Usted a fin de respetuosamente comunicarle serias preocupaciones acerca de recientes situaciones que se desarrollan en Perú.
La FLAM, es la entidad representativa de los Jueces de Latinoamérica, independiente de los gobiernos, partidos políticos y otros grupos de influencia de nivel nacional o supranacional.
La FLAM, fue informada por la Asociación Nacional de Magistrados del Perú y por varios observadores internacionales, que en Perú hay serias infracciones del balance entre el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo. Desde hace años la remuneración de los jueces como se prevé en la Ley Orgánica del Poder Judicial de Perú no fue llevada a cabo adecuadamente. Esto entra en un obvio conflicto con los estándares internacionales que claramente establecen que la remuneración de los jueces debe ser proporcional con su profesión y responsabilidades y debe asegurar su independencia personal (por ejemplo; Los Principios Básicos de la Independencia Judicial de las Naciones Unidas de 1985 artículo 11, Declaración Universal sobre la Independencia de la Justicia, Montreal 1983 artículo 2.21 o La Declaración de Mínimas Garantías sobre la Independencia de las Judicaturas y Jueces en Latinoamérica o también llamada Declaración de Campeche artículo 9).
La FLAM, se siente muy asombrada y preocupada, que la Corte de más alta competencia en Perú, que tiene jurisdicción en asuntos constitucionales, ha decido claramente que la no conformidad con los principios arriba mencionados, que están recogidos en la ley peruana, es inconstitucional; pero menospreciando esa decisión el Poder Ejecutivo no ha acatado esta obligatoria decisión. No solo los pagos, que siguiendo la decisión habría sido lo necesario, sino por el contrario han iniciado procedimientos e interpretaciones de las leyes para transgredir esta decisión.
Las entidades públicas deben, por, sobre todo, estar obligadas a respetar las decisiones judiciales. La idea de un cuerpo estatal que rehúse obedecer una decisión de la Corte (Tribunal Constitucional) transgrede el concepto de la primacía de la ley.
La FLAM comparte la visión de que la evasión de decisiones de las Cortes por otros poderes del Estado puede influenciar negativamente en la confianza de las personas hacia todos los poderes del Estado y reduce la alta reputación que tiene el Perú en otros países. Perú junto con todos los otros miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1985, ha aprobado los Principios Básicos de la Independencia de la Judicatura. Este documento describe las necesidades para una judicatura independiente, resalta el respeto mutuo con los otros poderes del Estado y exige una remuneración de los jueces que siga los estándares que se enumeraron arriba.
La FLAM está convencida que las autoridades competentes en Perú se sensibilizarán con estas posibles consecuencias y estarán informados de los estándares internacionales que dan solución a estas cuestiones y finalmente darán solución a este elevado problema atendiendo estos estándares y la decisión del Tribunal Constitucional de Perú.
Estamos convencidos que Usted entenderá estas preocupaciones. Me permito solicitarle, su excelentísimo Señor Presidente, su ayuda para que se acate la decisión del Tribunal Constitucional y use toda su influencia a fin de hallar una rápida solución, que recobre los derechos de la judicatura y las garantías de la legalidad para el pueblo peruano.
expresarle nuestros mejores deseos para su persona, para los jueces de su país y para el Perú.
Atentamente,
WALTER BARONE
Presidente
Federación Latinoamericana de Magistrados – FLAM
Curso de Actualización para jueces y juezas asociados/as – Escuela Judicial de España en Barcelona
A la Asociación Nacional de Magistrados del Perú,
En nombre del Dr. Walter Barone, Presidente de la FLAM, les remito en adjunto la invitación para el Curso de Actualización para jueces y juezas asociados/as a organizaciones miembros de la FLAM, que tendrá lugar en la Escuela Judicial de España, en Barcelona, del día 16 al día 20 de Marzo de 2020. No haberá costos de inscripción para el curso, pero los costos de pasajes aéreos y traslados internos, estadía y alimentación no serán cubiertos por la organización del evento. Por lo tanto cada participante deberá encargarse de la compra de sus pasajes y de la reserva del hotel de su preferencia. Como sugerencia de alojamiento, la secretaria de la Escuela Judicial recomendó los siguientes hoteles:
- HOTEL CATALONIA LA PEDRERA
C/ Córsega, 368
08037-Barcelona
Telf.:+34 93 208 19 19
- HOTEL CATALONIA 505
C/ Muntaner, 505
08022-Barcelona
Telf.: +34 93 212 80 12
INVITACIÓN CURSO ESCUELA JUDICIAL ESPAÑOLA – PERÚ ANMP
CURSO FLAM.PROGRAMA.ESCUELA JUDICIAL ESPAÑA
FICHA DE INSCRIPCIÓN.CURSO ACTUALIZACIÓN FLAM – ESCUELA JUDICIAL ESPAÑOLA_VF
LOS JUECES ESTÁN EN JUNTA
Los jueces están en Junta
Juan F. Monroy Gálvez
Los jueces están reunidos en Junta hace más de dos semanas. Estar en Junta es un eufemismo, su real voluntad es que están en huelga. Desde hace mucho -al igual que los fiscales- vienen recibiendo un tratamiento discriminatorio y, yendo al detalle, inhumano de los sucesivos gobiernos. Están hartos de ser el fusible de estos.
La huelga es un derecho fundamental de segunda generación. Es irrelevante que la Constitución vigente la regule fuera del artículo 2. Es un derecho fundamental como la vida, la igualdad o la libertad de conciencia.
Los jueces, sin embargo, deben disfrazar su derecho de huelga porque otra norma de la Constitución (153) les prohíbe ejercerlo y también “participar en política” y “sindicarse”.
En estos meses nos hemos saturado de discusiones sobre lo que la Constitución “dice”, desperdiciando la oportunidad de distinguir entre lo que “dice” y lo que “prescribe”. La Constitución, como cualquier ley, empieza a morir apenas es promulgada. Su agonía depende de las técnicas de interpretación que permitan hacerla funcional a su fin. ¿Y cuál es su fin?
La Constitución es una utopía social realizable. Pero cuidado, no es la de quienes la diseñaron, sino la que se va construyendo conforme los sucesos históricos nos acercan o alejan de ella. Para alcanzarla es imprescindible que nuestra interpretación de la Constitución responda a una escala axiológica que la perfeccione y, simultáneamente, permita satisfacer los requerimientos comunitarios que son el camino hacia la utopía.
Entonces, citar la Constitución para advertir que los jueces y fiscales no tienen derecho a la huelga solo porque esta lo “dice”, es una seudo aventura intelectual, mediocre y sin brillo. Imaginemos que el argumento para prohibirla es que la huelga de jueces y fiscales pone en riesgo la continuidad democrática. Ah, ¿sí? En lo que va del siglo varios presidentes de la república, un número importante de ministros y otro ingente de congresistas y empresarios se han apropiado dolosamente de la cosa pública. ¿Eso es más o menos riesgoso para el país que una huelga judicial?
La norma prohibitiva no ha dejado de ser constitucional. Para decirlo como Ferrajoli, carece de validez sustancial. Que un juez no cumpla su función es tan peligroso como que no lo haga un policía. Si un gobierno maltrata a cualquiera de ellos, como viene ocurriendo, tiene que saber la dimensión del problema que está provocando. La última vez que pararon los policías fue el preludio de un golpe de Estado.
Para identificar con claridad lo que viene ocurriendo es imprescindible saber qué representan los jueces y fiscales en un país sudamericano del siglo XXI.
Los sistemas de justicia latinoamericanos carecen de una historia oficial. Esto significa que ni siquiera se puede precisar qué función han cumplido, cumplen o deben cumplir en la historia de cada país. Los discursos oficiales sobre la materia -tendremos uno el próximo 2 de enero- son más importantes por lo que callan que por lo que dicen.
Nuestro sistema judicial es empírico-primitivo, siguiendo la tipología de Zaffaroni. Al volvernos república nos quedamos con el modelo colonial. Lo mantuvimos intocado por tres décadas y luego lo afinamos estéticamente, nada más. Es el modelo francés de 1810. Se le llama bonapartista y se caracteriza por ser burocrático y vertical. A pesar de sus severas limitaciones fue funcional hasta inicio del siglo XX. Dejó de serlo cuando las mayorías adquirieron conciencia política y jurídica de sus derechos y del hecho singular que podían reclamarlos ante un juez.
Muy pronto la oferta de justicia empezó a ser sobrepasada por la demanda de esta. Los sucesivos gobiernos no advirtieron el tsunami que explica lo que ahora vivimos. Aunque la función real de los sistemas de justicia es absorber las tensiones y reducir las incertezas producidas por las desviaciones sociales (discriminación, desigualdad y otras) y también por el incumplimiento funcional de los otros poderes, el caudal que actualmente llega al judicial es monstruosamente patológico.
Los jueces y fiscales no significan nada para el gobierno. Con distintas técnicas su nombramiento y ascenso es controlado por el Ejecutivo y el Legislativo. Jamás en el Perú el Judicial ha sido un poder, solo ha sido un sistema de “administración de Justicia” como anticipó Montesquieu. Prueba lo dicho el presupuesto judicial. El Ejecutivo y el Legislativo diseñan su presupuesto y lo aprueban. El del Judicial es destazado por burócratas del Ministerio de Economía quienes, con el argumento de que la economía es una ciencia aislada de las exigencias sociales -neoliberalismo puro-, recortan la propuesta con una frialdad solo comparable con su insensibilidad e ignorancia sobre los auténticos problemas nacionales.
Mantener una estructura judicial bonapartista ha sido muy negativo. Un ejemplo: ha distorsionado la función de los jueces supremos. Un anacrónico y absurdo sistema de carrera judicial y de injerencias políticas ha determinado que tengan un ingreso y unas prerrogativas que, en su cotejo con los demás jueces, es agraviante. Aunque ni siquiera lo hayan pedido, lo importante es que para la mayoría de ellos la insatisfacción de sus colegas de grado no les interesa. Una vez en Palacio, renuncian a cualquier liderazgo. Ya son supremos.
La cereza del pastel. El artículo 186.5 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, estuvo vigente desde el 3 de junio de 1993 hasta el 14 de diciembre de 2013. Estableció una paridad de ingresos entre un congresista y un juez supremo y, además, que los jueces de los grados inferiores perciban un diez por ciento menos que el anterior, hasta llegar a los jueces de paz.
La norma estuvo vigente más de veinte años, sin embargo, jamás se cumplió. A los abogados nos encanta jugar con los conceptos. Aunque esta vez sea para llorar, la norma es válida pero nunca fue eficaz. La broma macabra acabó cuando en un aquelarre entre el Ministro de Justicia, el Presidente del Tribunal Constitucional y el Presidente del Poder Judicial de la época (2013), acordaron derogarla.
Puede que sobre la materia haya habido actos más indignos, pero ninguno más revelador de lo que al Poder le importa los jueces.
Bueno, he descrito un mínimo de razones por la que los jueces y fiscales, cuya gran mayoría nos enorgullece, están en huelga. Claro, no será noticia de portada ni aparecerá en los noticieros porque mucho mejor negocio es referirse a sus falencias, que no están en discusión, aunque sí lo está el orden en que deben ser apreciadas.